1 febrero 2018

La alimentación de hembras gestantes y lactantes

En época de gestación y lactancia, las necesidades nutricionales y energéticas de las perras varían.

El embarazo en las perras tiene una duración media de 2 meses. En la mayoría de los casos desconocemos la fecha exacta de la ovulación y de la fecundación, por lo que se suele barajar un rango de fechas (entre los 57 y los 68 días) y, al igual que en las mujeres, dividimos la gestación en semanas, de manera que el embarazo consistiría, como máximo, en 9 semanas, diferenciándose una primera mitad de una segunda (en lo que al manejo de su alimentación se refiere).

En la primera mitad de la gestación, las necesidades de la hembra son las mismas que las de un adulto en mantenimiento, por lo que no ha de cambiarse su alimentación, siempre y cuando ésta sea equilibrada y de calidad. Pero a partir de tal fecha, las demandas derivadas del rápido desarrollo de los fetos suponen un cambio en los requerimientos de las madres. Es entonces cuando se aconseja cambiar a recetas más energéticas y concentradas, nutricionalmente hablando.
Algunos consejos para esta etapa:

  • No suplementar con minerales y vitaminas si el alimento comercial que se ofrece es de calidad.
  • Los cambios de dieta siempre han de ser graduales para evitar irritar el aparato digestivo.
  • Aumentar el número de tomas diarias según se acerque el parto (con el crecimiento de los fetos, la perra tiene menor espacio en su abdomen por lo que no puede comer grandes cantidades).
  • Si la hembra tiene poco apetito, ofrecer producto a libre disposición, accesible durante todo el día (a veces puede aparecer anorexia en la implantación del embrión y días antes de parto).
  • Lo ideal sería hacer una analítica de sangre en el veterinario para asegurarnos de que no hay desequilibrios nutricionales (si esto no es posible, vigilaremos la condición corporal, la masa muscular, el pelo, las heces, su estado de ánimo, etc).
  • Recordar que una sobrealimentación o una malnutrición aumentan el riesgo de abortos, partos complicados y muerte de los recién nacidos.
  • Asegurar agua fresca de calidad, sobre todo en horas previas al parto.
  • Tras el parto, ofrecer alimento húmedo muy palatable, tibio y, a ser posible, evitar calentarlo con el microondas (si no se da alimento húmedo se pueden dar alimentos secos, pero humedecidos con agua tibia).
Superada esta primera fase, las mamás tendrán que alimentar a sus cachorros con la leche materna. Una correcta alimentación de las hembras antes y durante el embarazo, habrá ayudado a que la lactancia sea de calidad y, por tanto, a que los cachorros crezcan sanos y fuertes. En cualquier caso, llegado este momento es esencial ofrecer un alimento específico para hembras lactantes, ya que es fácil entrar en desequilibrios nutricionales, lo que llevaría a problemas más o menos graves para la salud de la perra.
Si tienes dudas de cómo cuidar a tu perra en la lactancia, te recomendamos:

  • Realizar un control veterinario para vigilar los niveles de calcio en sangre (a partir de la 2ª semana de lactación). Sobre todo, si preparas dietas caseras u ofreces un alimento no específico para esta etapa.
  • Recordar que las necesidades nutricionales y energéticas aumentan durante la lactancia hasta alcanzar un pico (3-4ª semana), por lo que no es recomendable dar una receta de mantenimiento.
  • Es recomendable ofrecer alimentos concentrados energética y nutricionalmente, que sean equilibrados y de calidad (a libre disposición o 3-4 tomas/día).
  • Asegurar agua fresca todo el día.
En Dingonatura recomendamos el Natura diet Starter para nuestras futuras mamás. En la tabla de dosificación podrás ver las cantidades de alimento, tanto para los cachorros recién nacidos como para sus madres gestantes y lactantes (aunque en ocasiones, hay dueños que consideran recurrir al Dingo Puppy o Natura diet puppy, dadas ciertas necesidades específicas, con resultados muy buenos).
Si tienes alguna duda, consúltanos y barajaremos juntos la mejor opción.