9 octubre 2018

Probióticos y prebióticos para gatos y perros

Desde hace miles de años el hombre se ha beneficiado de los microorganismos para fermentar alimentos y mejorar así su conservación.

Poco a poco, se fueron descubriendo que esas bacterias no sólo eran útiles para la preservación de la comida sino para el propio hombre.  El consumo de alimentos fermentados, como el kéfir, el kimchi y el yogur, mostraron claros beneficios para la salud, tal y como resume el artículo publicado por María L. Marco y colaboradores. Esas observaciones fueron las que iniciaron el estudio, en profundidad, de los microorganismos presentes en este tipo de productos. Y así comenzaba la historia de los ya conocidos probióticos.

La World Gastroenterology Organization define a los probióticos   como  los microorganismos vivos que, administrados en cantidades suficientes, confieren un beneficio a la salud del huésped. Dichos efectos beneficiosos ya han sido demostrados para numerosas enfermedades, por lo que su uso se recomienda junto con el consumo de prebióticos.

Los prebióticos son ingredientes no digeribles, fundamentalmente hidratos de carbono, que estimulan el crecimiento selectivo de ciertas bacterias beneficiosas. Los más conocidos, muy bien explicados en un documento de la Universidad de Murcia, son los FOS, MOS, SOS y GOS. Fuentes naturales de estos prebióticos serían la achicoria, las alcachofas, el ajo, la cebolla, el diente de león, las legumbres y los cereales. Por lo que el consumo de este tipo de ingredientes contribuiría al crecimiento de la microbiota o flora intestinal y por tanto, a la salud en general.

En la actualidad, están cogiendo fuerza otro tipo de suplementos, que también conllevan efectos terapéuticos. Se trata de los simbióticos (que contienen tanto probióticos como prebióticos); y los postbióticos (sustancias similares a las producidas por la propia microbiota que imitarían sus efectos beneficiosos en el organismo).

Para que te hagas una idea del potencial de los prebióticos y los probióticos, te resumimos las enfermedades en las que, con su consumo, se ha apreciado una mejoría:

  • Dermatitis atópica
  • Diarreas (agudas, por antibióticos y por rotavirus)
  • Estreñimiento
  • Sobrecrecimiento de Helicobacter spp.
  • Diverticulitis intestinal
  • Infecciones genitourinarias y respiratorias
  • Trastornos neuropsiquiátricos
  • Problemas bucodentales
  • Obesidad y síndrome metabólico
  • Cáncer

Desde Dingonatura recomendamos siempre ofrecer alimentos que contengan este tipo de ingredientes para cuidar de la flora intestinal de nuestros perros y gatos DIARIAMENTE, siendo de especial importancia en casos de:

  • Diarreas y heces pastosas.
  • Tratamientos con antibióticos y vacunales (usar al finalizar tratamiento).
  • Situaciones de stress.

Para ayudarte a elegir el mejor probiótico, te explicamos los criterios de selección más importantes:

  • Los probióticos deben de ser resistentes a la acción de los jugos gástricos y biliares (ya que deben de llegar biodisponibles al intestino).
  • Esos microorganismos en el intestino deben de tener la capacidad de estimular al sistema inmune, sin generar inflamación.
  • Elegir productos que contengan cepas específicas para esa patología y/o esa especie animal (por ejemplo, en gatos parece ser que las cepas de enterococos son más importantes; mientras que en perros serían las de lactobacilos). Por lo que adquirir probióticos de humanos para nuestra mascota no es la mejor opción (sobre todo si tenemos un gato).
  • Deben de incluir un número elevado de microorganismos y a ser posible, con varias cepas (ya que los productos multicepa han mostrado una mayor eficacia, en general).
  • Elegir productos con una seguridad biológica probada, por lo que sus cepas no son portadoras de resistencias antibióticas ni son patógenas (en teoría).
  • Consultar con un veterinario antes de ofrecer probióticos a perros o gatos inmunodeprimidos (con cáncer o inmunodeficiencias, por ejemplo) para valorar los posibles riesgos y beneficios.

Si deseas conocer más sobre las ventajas de tener una microbiota sana y la importancia que tiene para la salud de tu mascota, lee nuestro artículo sobre flora intestinal.