Alimentar a nuestros perros con carne de cerdo ibérico aporta innumerables beneficios que ofrecen salud y bienestar, además de suponer un disfrute para su paladar por su irresistible aroma y sabor. La carne de cerdo ibérico es una carne sabrosa y tierna que, además, tiene un gran valor nutritivo. Es una carne excelente para una dieta hipoalergénica, sana y natural.
CRIANZA DEL CERDO IBÉRICO
El modo en que el cerdo es criado influye en gran medida en la calidad posterior de la carne.
El cerdo ibérico se caracteriza por ser criado en su mayoría en la zona de Andalucía y Extremadura, donde se dan las condiciones idóneas para su cría y engorde en libertad.
La cría en libertad, así como la alimentación a base de hierbas y bellotas de las dehesas, otorga al animal una musculatura fuerte y desarrollada, que da a la carne unas características muy especiales. Este fenómeno es denominado montanera y ocurre durante los meses de octubre a marzo, coincidiendo con el periodo de maduración de la bellota.
Según la categoría del cerdo ibérico tendremos carne proveniente de cerdo de una o dos montaneras. Los cerdos que han pasado dos montaneras viven hasta 24 meses y dan una carne de altísimo valor nutricional.
A diferencia del cerdo ibérico, el cerdo blanco se cría sin hacer apenas ejercicio con el pienso como único alimento. Su tiempo medio de vida es de 6-8 meses aproximadamente.
POR QUÉ LA CARNE DE CERDO IBÉRICO ES TAN BENEFICIOSA
PRINCIPALES BENEFICIOS
- Mantener la piel elástica y el pelo brillante.
- Prevenir problemas articulares.
- Combatir radicales libres por su efecto antioxidante.
Una vez expuestas todas las características y principales beneficios que aporta el cerdo ibérico a la dieta, sumado a su irresistible aroma y sabor, es comprensible que la carne de cerdo ibérico sea una carne de primera opción para alimentar a nuestros perros con la seguridad de estar dándole una dieta sana, natural y llena de vitalidad.