26 abril 2018

¿Qué hacer en caso de heridas?

La llegada del buen tiempo anima a pasar más horas en el exterior, de paseo o excursión por el campo, explorando nuevos territorios o de juegos en el parque.

Estas actividades enriquecen la vida de nuestras mascotas y les permite desarrollar un correcto comportamiento, pero pueden suponer un mayor riesgo de heridas, ya sea por roces, accidentes o por mordiscos con otros animales.

Es por ello que nos gustaría ofrecerte una serie de consejos en caso de que pasen:

  • Cada noche, aprovecha un momento de tranquilidad y mimos para revisar la piel de tu amigo peludo en busca de algo que no se vea a simple vista (sin olvidarte de las orejas, un escondite frecuente para las espigas), ya que las  heridas infectadas en perros pueden ser difíciles de encontrar. 
  • En caso de encontrar una herida profunda o superficial, es muy importante descartar que se trate de un mordisco. A veces, heridas muy pequeñas por mordisco, ocultan debajo de la piel lesiones graves que fácilmente se infectan y profundizan, pudiendo en pocos días suponer un problema muy grave. 
  • Si sospechas de una herida grave o de mordedura (en este segundo caso, da igual el tamaño, pues se suelen infectar y dar bastantes problemas), es necesaria la supervisión de tu veterinario, ya que solo un profesional conoce la magnitud de este tipo de lesiones. 
  • Para curar una herida de nuestras mascotas debemos:

     

    1. Limpiarnos las manos antes de tocar la zona. 
    2. Limpiar la herida con agua tibia y jabón (mejor con gasas estériles en vez de algodón para evitar dejar hebras adheridas al tejido). 
    3. A continuación, limpiar con alguna solución antiséptica en una gasa (tipo clorhexidina o povidona yodada, como el Betadine) SIEMPRE DILUIDA para no irritar la zona.
    4. Tras la desinfección, aplica alguna pomada o crema que ayude en el proceso de curación, específica para animales (ya que algunas sustancias usadas en humanos pueden ser tóxicas para ellos). A nosotros nos gusta recomendar Skin Care porque está hecho a base de sustancias naturales que ayudan a curar heridas en piel y almohadillas, sin lastimar a nuestros amigos en caso de ingestión. 

    Si puedes tener a alguien que te ayude a sujetar la cabeza de tu mascota mejor que mejor, porque la limpieza y desinfección de heridas puede generarles miedo o dolor y sin ánimo de hacernos daño, pueden intentar mordernos para defenderse. Otra opción es emplear un bozal, si están acostumbrados a ello, o seguir algún tutorial donde explican cómo improvisar un bozal provisional con un cordel.

    Y, por último, recuerda vigilar la herida diariamente, para valorar la necesidad de futuras curas y ver cómo evoluciona. Si observas que la zona está inflamada o roja, hay pus o alguna secreción en la cicatriz, el animal se lame con frecuencia o no mejora en un par de días, es importante que lo lleves a su veterinario para una correcta valoración porque muy probablemente se haya infectado.