25 noviembre 2021

El riesgo de cristales y cálculos urinarios

Nuestras prácticas diarias pueden predisponer a nuestros animales a los cálculos urinarios. Éstos, si no se diagnostican y tratan de forma adecuada, pueden provocar una obstrucción urinaria de consecuencias fatales para el animal.

Las urolitiasis o cálculos urinarios es un problema relativamente frecuente en gatos y perros. Suelen formarse en vejiga y son una de las enfermedades del tracto urinario inferior, junto con las infecciones bacterianas, las obstrucciones urinarias y las cistitis, tal y como resume la American Veterinary Medical Association (AVMA).
Los cálculos que aparecen en riñón y uréteres, lo que denominamos cólico nefrítico en los humanos, no forman parte del conjunto de enfermedades del tracto urinario inferior pero también son causa de mucho dolor y pueden afectar irreversiblemente a los riñones.
La formación de los cálculos urinarios en la vejiga se debe a la precipitación de cristales urinarios microscópicos que, con el paso del tiempo, se agrupan formando cálculos visibles de diferentes formas y tamaños. Están compuestos de sustancias más o menos frecuentes en la orina pero que, por diversas razones, precipitan y se acumulan más de la cuenta.

Los urolitos que más frecuentemente aparecen en perros y gatos son los de estruvita y los de oxalato cálcico.  También podemos encontrar de cálculos de uratos y cistina, aunque bastante menos frecuentes.

Existen numerosos factores predisponentes

Las urolitiasis se asocian a:
  • Factores dietéticos, por ejemplo, la presencia de sustancias promotoras (como el magnesio, los oxalatos, el calcio o un exceso de vitamina C) o la baja ingesta de agua.
  • Factores metabólicos, por ejemplo, el un pH urinario no fisiológico, orinas supersaturadas de ciertos minerales o el sobrepeso y la obesidad.
  • Predisposición racial: La incidencia es superior en algunas razas felinas tipo Persa, Himalaya, Ragdoll, Siamés y Mau Egipcio. En perros es relativamente frecuente en el Schnauzer miniatura, Lhasa Apso, Bichon Frisé y Shih Tzu. En el caso de los Dálmatas, existe una clara predisposición racial especialmente a los cálculos de urato por una mutación genética.
  • Predisposición sexual. La estruvita es más frecuente en perras y gatas, mientras que los machos tienen más predisposición a los de oxalato.
  • La esterilización.
  • Menor número de micciones o mayor tiempo de retención de la orina. Más frecuente en perros de raza pequeña o en animales que no tienen acceso al exterior.
  • Animales que realizan poco ejercicio físico y tienen una vida sedentaria.
  • Presencia de infección, fenómeno frecuente en el perro con cálculos de estruvita (asociada también a las hembras y su menor longitud de uretra).

La importancia del manejo del pH urinario en la formación de cristales

 Las desviaciones del pH urinario fisiológico en gatos y perros pueden favorecer la formación de los cálculos urinarios:
  • Las orinas ácidas tienen mayor riesgo de formar los de oxalato cálcico en gatos, mientras que en perros puede existir un mayor riesgo de urolitos de urato y cistina.
  • Las orinas alcalinas favorecen los urolitos de estruvita.

La dieta es uno de los factores determinantes para modificar el pH de la orina. Por ejemplo, a más cantidad de proteínas de origen animal en la dieta, más ácida será la orina. Así mismo, la composición mineral de la dieta o la presencia/ausencia de sustancias como el citrato potásico, pueden inclinar la balanza hacia uno u otro lado, en lo que respecta a la formación de urolitos. Precisamente por el efecto urinario de los alimentos, existen dietas de prescripción diseñadas para alterar el pH urinario y facilitar la dilución de ciertos cálculos (como los de estruvita o los de uratos) y que sólo deben ofrecerse por un tiempo determinado y bajo supervisión veterinaria.

Otros factores que parecen influir negativamente en estos casos son:
  • La deficiencia de vitamina B6, como apuntan algunos estudios.
  • Unos niveles de calcio en sangre elevados asociados a neoplasias, hiperparatiroidismo o idiopático, es decir, sin causa conocida.
  • Problemas en la circulación hepática (shunts).
  • Factores que predispongan a infecciones urinarias, como la diabetes y la insuficiencia renal crónica, o el hipertiroidismo en gatos.
  • Otros (hipercloremia, hipopotasemia…).

¿Cuándo debemos preocuparnos?

Existen una serie de signos que nos pueden dar la voz de alarma:
  • Frecuente micción en pequeñas cantidades
  • Micción en lugares inapropiados
  • Orina turbia o con sangre (hematuria)
  • Incremento de la frecuencia de infecciones en vejiga
  • Dificultad en la eliminación de la orina (por obstrucción parcial o total de la uretra)
  • Llanto al orinar
  • Lamerse en exceso la zona uretral
  • Pérdida de apetito
  • Vómitos
Siempre que veamos alguno de estos signos, junto con un comportamiento extraño, es clave llevarlos rápidamente al veterinario porque podría derivar en una obstrucción urinaria, que conlleva una intoxicación por urea, riesgo de rotura de vejiga y  muerte.
 

Consejos para disminuir el riesgo de cálculos urinarios

La mejor forma de ayudarlos es fomentando el hábito de bebida para diluir la orina y para favorecer una eliminación más frecuente. En el caso concreto de los gatos, no debemos olvidar que son animales con sentidos muy desarrollados (link peculiaridades alimentarias), capaces de detectar estímulos insignificantes también en el agua y para colmo, con una frecuencia de bebida baja. Por lo que te dejamos una serie de consejos útiles para incrementar la ingesta de agua:
  1. Alejar el bebedero de la caja de arena, en el caso de gatos.
  2. Limpiar con frecuencia el recipiente.
  3. Tener separados los recipientes de agua y comida, para que el agua no se contamine con aromas o con la propia comida.
  4. Colocar varios recipientes de agua en distintas ubicaciones.
  5. En ocasiones, un cambio de tipo de agua puede ayudar (pasar de grifo a mineral o filtrada).
  6. Usar fuentes de agua con motor que mueven el agua y genera atracción.
  7. Usar recipientes que no acumulen olores ni sabores como recipientes de vidrio, cerámicos o de acero inoxidable (evitar los de plástico).

Otra manera sencilla de hidratar sería realizando lo que se conoce como mix-feeding, es decir, ofrecer diariamente tanto alimento seco como húmedo (pero no mezclado).

Conscientes de la importancia de la dieta, en Dingonatura insistimos en la necesidad de ofrecer alimento húmedo cada día, sobre todo a nuestros gatos. Es por ello que, de cara a facilitar ese aporte extra de agua, y de paso mimar a nuestros felinos, hemos elaborado una serie de recetas húmedas, siguiendo con nuestra filosofía de “cocinar como en casa”: con cariño y con los mejores ingredientes. En el caso de los perros, también disponemos de una amplia gama de recetas húmedas para conseguir una rápida rehidratación y de paso, alegrarles el día.

Por último, y no por ello menos importante, la actividad física y el juego, así como el acceso al exterior siempre que sea posible, facilitan la micción y ayudan a mantener un peso adecuado. Dos factores determinantes en el desarrollo de cálculos urinarios y a los que debemos de prestar toda nuestra atención, por el bien de nuestros animales de compañía.