¿Alteras el entorno de tu gato y no te has dado cuenta?
Los gatos tienen una comunicación muy rica en donde las señales olfativas juegan un papel fundamental. Los humanos somos más torpes en este tipo de comunicación y muchas veces alteramos esos entornos gatunos de manera inconsciente (con productos de limpieza, con difusores de olor, introduciendo nuevos individuos…). Pero no sólo no detectamos esas señales olfativas, tampoco identificamos otros factores que pueden incomodar a los felinos:
- Circunstancias que estresan al humano y que el gato percibe (exámenes, pruebas, enfermedades, mudanzas…)
- Obras de remodelación
- Nuevos elementos como muebles
- Nuevos integrantes (personas o animales)
- Cambios (de residencia, de comida, de sustrato del arenero…)
- Nuevos horarios (nuestros)
- Cosas extrañas como que su recipiente de comida esté en el baño y no le gusta ese lugar por los olores; o que lo pongamos cerca de la nevera, que hace un ruido vibratorio muy sutil que les molesta; o que su arenero esté pegado a un cristal que da al exterior y no se sienta protegido y tranquilo…
Los gatos marcan objetos y seres con sus feromonas constantemente, como dibujando un mapa de señales de calma, estrés, interés sexual o posesión (territorialidad) con el que transmitir información y al que recurrir para consulta.
¿Y cómo desprenden esas feromonas?
Pues de mil maneras: con la cara y la frente, con la barbilla, rascando, orinando…Todos esos compuestos químicos son detectados muy eficazmente por su órgano vomeronasal. Por eso, muchas veces observamos a nuestros gatos con la boca abierta, quietos y con la mirada perdida. Esa es su manera de detectar partículas volátiles a través de su órgano vomeronasal o de Jacobs (es el famoso reflejo de Flehmen).
Pero todo esto, ¿qué importancia?. Pues mucha, porque nuestro gato, que podríamos decir que sigue en proceso de domesticación acostumbrándose a nuestro entorno, aunque entiende las ventajas de vivir con el hombre e incluso disfruta de su compañía, posee un instinto fuerte pero unas capacidades de socialización con otros individuos “diferentes”, por no decir obtusas. La forma de desenvolverse en el pequeño universo al que le “confinamos” (nuestra casa) es compleja y muchas veces se escapa a nuestra percepción y entendimiento, lo que somete a estos animales a un estado de estrés constante (más frecuente en gatos que no tienen acceso al exterior). De hecho, el estrés es considerado como el desencadenante de algunas patologías en el gato, como la cistitis intersticial o cistitis idiopática felina, como se detalla en Portal Veterinaria. Los gatos “enferman” cuando no pueden desarrollar su comportamiento felino natural. Por ejemplo, no dejándoles explorar diferentes niveles/alturas, no rascando objetos, alterando su territorio etc. y se sabe que algunos gatos son mucho más sensibles que otros al estrés, por ejemplo, la raza Persa. Algunas investigaciones, como la publicada por la Universidad Autónoma de Barcelona, sugieren que el principal causante del estrés y los trastornos comportamentales de los gatos suele ser el desconocimiento del comportamiento felino por parte del cuidador.
Por tanto, si convivimos con un gato y queremos lo mejor para él, debemos intentar respetar su espacio, crear ambientes que fomenten su juego (como estructuras que jueguen con la verticalidad o escondites), fomentar la interacción con nosotros y analizar nuestras acciones para detectar cambios que hayamos realizado y hayan podido perturbarlo.
¿Cómo la alimentación mejora el bienestar de tu gato?
Dentro de todas las herramientas de las que disponemos para ayudarlos a ser más felices, la alimentación también puede ayudar a enriquecer su experiencia diaria. El aroma, más que el sabor, es una pieza clave en el puzzle, no sólo por la apetencia sino porque puede contribuir a su bienestar global. Por ello, en Dingonatura decidimos jugar esta baza y emplear ingredientes funcionales que nos ayudaran a favorecer un estado de calma y seguridad con las recetas de Natura diet CATS.
La inclusión de ciertas plantas en nuestras recetas tiene como objeto contribuir positivamente al enriquecimiento ambiental olfativo principalmente, ofreciendo una experiencia de bienestar a través de su alimentación diaria.
Mira todo lo que estos ingredientes funcionales pueden hacer por ellos:
- La Nepeta cataria (menta gatera) es una planta de la familia de la menta que atrae poderosamente a los gatos. También conocida como catnip, la Nepeta ha demostrado tener un efecto muy positivo en el bienestar emocional de los gatos, principalmente gracias a su principio activo, la nepetalactona.Los cambios observados, asociados a la menta gatera, son incremento de juego, disminución de señales de agresión y reducción del marcaje (rascar y arañar zonas).
- La raíz de valeriana (Valeriana officinalis) contiene también compuestos que ejercen efectos positivos en el comportamiento de los gatos. Sus efectos son sinérgicos a los de la menta gatera.
- Y para terminar el trío de ingredientes que favorecen el bienestar emocional, hemos diseñado las recetas para asegurar unos % de L-triptófano adecuados para apoyar esta función. El L-triptófano es el precursor de la serotonina (de efecto ansiolítico). Así como la serotonina suplementada no puede atravesar la barrera hematoencefálica, el L-triptófano sí, por lo que su suplementación ayuda a la síntesis endógena de serotonina y por tanto, favorece estados de calma y bienestar.
Recuerda, en ese mundo olfatorio en el que se mueven nuestros gatos, nosotros somos disruptores que alteran su universo inconscientemente y por tanto, debemos ayudar en la medida de lo posible a minimizar nuestro impacto, ya sea con enriquecimiento ambiental, con espacios protegidos y acceso a las alturas, con el cuidado de los productos que se usen en la casa para la limpieza y desinfección, con el juego…¡y ahora también la alimentación!.