18 febrero 2023

Cambio de alimentación en perros y gatos

Seguro que alguna vez nos hemos encontrado ante la situación de hacer un cambio en la alimentación de nuestras mascotas y nos hemos planteado cómo hacerlo de forma correcta.

Tres son las causas principales por las que el cambio de alimento es necesario en perros y gatos:

  • La edad
  • Necesidades específicas
  • La prueba de algún producto distinto al habitual

Por edad, lo más frecuente es el paso de cachorro a adulto; o de adulto a senior.

Cuando hay necesidades específicas, puede deberse a alteraciones patológicas (como pudiera ser una diabetes), a alergias alimentarias o a cambios en sus requerimientos energéticos (para controlar el peso, por gestación y lactancia o por ejercicio físico intenso, por ejemplo).

Otras veces, se trata de un simple cambio de comida, porque queremos probar algo nuevo o porque la dieta anterior no termina de convencernos. En ese caso, ¿es bueno cambiar de alimento a nuestra mascota aun cuando no hay una necesidad “objetiva”?. En Dingonatura somos de la opinión que una dieta variada enriquece la vida de nuestros perros y gatos en muchos aspectos, siempre y cuando los alimentos elegidos sean elaborados con ingredientes de calidad y ofrezcamos recetas completas y equilibradas.

¿Cómo hacer un cambio de alimento de forma correcta?

Sea cual sea el motivo, debemos anteponer el bienestar de nuestra mascota por encima de todo, ofreciéndole una receta que se adapte a nuestra intención pero siguiendo los consejos de un profesional que nos asesore sobre cuál es la mejor opción.

La transición alimentaria debe ser gradual y debe durar de 5 a 7 días aproximadamente.

Una buena pauta sería:

  • Días 1-2: 75% receta antigua+ 25% receta nueva.
  • Días 3-4: 50% receta antigua + 50% receta nueva.
  • Días 5-6: 25% receta antigua + 75% receta nueva.
  • Dia 7: 100% receta nueva.

Debemos estar muy atentos al bienestar de nuestra mascota durante estos días. Lo normal, en una amplia mayoría de los casos, es que la transición alimentaria se realice sin ningún inconveniente. Sin embargo, alguna vez podemos encontrarnos:

  1. Rechazo al cambio: Si rechaza la nueva dieta no tiene por qué ser indicativo de una mala elección. Ellos son animales de costumbres y, por ello, pueden ser susceptibles a los cambios. En ese caso, mejor hacer el cambio de alimentación de manera más lenta. Los perros, por ejemplo, consideran el acto de comer como algo social y pueden mostrarse más interesados si les ofrecemos el nuevo alimento de nuestra mano. Los gatos, en cambio, pueden mostrar un rechazo más marcado a la novedad (lo que se conoce como neofobia) por lo que hay que presentar el nuevo alimento en cantidades muy pequeñas y durante más tiempo. Acostumbrarlos desde pequeños a la variedad en sabores y texturas ayudará a que en su edad adulta acepten mejor cualquier cambio de comida.

  2. Alteraciones a nivel digestivo (heces blandas, flatulencias): Debemos tener un poco de paciencia y esperar unos 10 días para ver si se normaliza. Si las alteraciones son evidentes (vómitos y diarrea, por ejemplo) y van más allá de la presencia temporal de gases o del cambio en la consistencia de las heces, debemos parar la transición alimentaria y consultar con nuestro veterinario.

Si estamos convencidos y bien asesorados de que el cambio de comida va a ser por su bien, es bueno que nos mantengamos firmes y perseveremos. Un rechazo inicial al cambio no es suficiente para desistir.

En cualquier caso, no debemos de olvidar que:

  1. La alimentación que le ofrezcamos a nuestra mascota debe ser siempre una fuente de salud.

2. Nuestros perros y gatos no pueden escoger el alimento que ingieren, por ello, es muy importante que tomemos conciencia de nuestra responsabilidad.

3. Si no elegimos una receta de calidad podemos influir en un deterioro temprano de su salud.

Esta infografía te ayudará, de forma visual, a entender más fácilmente cómo hacer un cambio en la alimentación de tu perro o tu gato