- Programa una visita al veterinario para unos días después de su llegada. Es mejor que ya esté adaptado a nosotros antes de esa visita.
- Haz que la experiencia sea positiva, pues debemos conseguir que se acostumbre al veterinario para su vida futura. Premiale cuando vayas, mientras esperas y al salir.
- Si puedes evitarlo no lo bañes hasta que el veterinario lo haya revisado. Si necesitas bañarlo porque está muy sucio hazlo con productos especiales para cachorrosa poder ser champús secos.
- Dale premios para que el baño le parezca una actividad divertida, sécalo suavemente con una toalla y usa agua templadita.
- Lleva contigo toda la documentación que te dieron cuando lo recogiste o adoptaste.
- Recuerda que las vacunas son muy importantes para su salud y que llevar microchip es obligatorio. Después, deberás censarlo en tu ayuntamiento.
- Esta visita al veterinario es un buen momento para resolver dudas y pedir consejos. Pregúntale cuándo puedes bañarlo y empezar a salir a la calle con él.
- Déjate asesorar sobre las costumbres y peculiaridades que tengan los cachorros de su edad, raza o tamaño.
4 mayo 2019