7 mayo 2019

Bienvenido a casa

Tener un cachorro supone adquirir una responsabilidad que, sin duda, nos va a aportar multitud de momentos especiales y grandes satisfacciones

Debemos ser conscientes de que es una decisión muy importante, que no debe ser tomada por impulso, ya que nos estamos responsabilizando del cuidado de otro ser vivo que va a depender, por completo, de nuestras atenciones.

La llegada de nuestro cachorro a casa es un día que nunca olvidaremos por lo que debemos tenerlo todo listo para que sea todo un éxito.

Dado que su bienestar es lo más importante para nosotros te dejamos algunos consejos que te ayudaran en vuestros primeros pasitos juntos.

Mientras lo esperamos 

Es importante que toda la familia se implique y asuma sus responsabilidades desde el primer día. Debemos repartirnos las tareas para que sienta que todos lo cuidamos y nos preocupamos por él.

No te preocupes si aún no le has puesto nombre. Muchas veces su carita al verle es la mejor fuente de inspiración.

Los dos o tres primeros días son muy importantes para crear vínculo entre vosotros. Organiza tu horario para que puedas estar todo el tiempo con él.

Ten su “canastilla preparada”: No pueden faltar su comida, camita, correa, collar, bebedero, comedero, así como algún juguete adaptado a su tamaño y edad.

Prepara la casa. La casa tiene que ser un lugar seguro. Te recomendamos que no dejes papeles, libros, cables, líquidos de limpieza u otros objetos que pudieran ser valiosos o bien dañinos para él.
  

Traerlo a casa

Intenta recogerlo por la mañana para que cuando llegue la noche ya se haya familiarizado con su nueva familia y su nuevo hogar.

Asegúrate de llevarte con él toda su documentación para poder enseñársela a tu veterinario.

Es posible que el primer viaje en coche sea un poco accidentado y se maree o vomite. No te preocupes, si lo vas acostumbrando a ello, pronto dejará de hacerlo. Por su seguridad recuerda poner el transportín en el suelo de los asientos posteriores o atarle con el cinturón reglamentario.

La separación de su antigua familia  o su madre es un momento difícil, por lo que es probable que las primeras noches llore o esté inquieto. Los primeros días es recomendable tenerlo cerquita por la noche y poco a poco irlo acostumbrándolo al lugar donde hayamos decidido que duerma.