6 mayo 2019

Educación del cachorro

Uno de los mayores compromisos que debemos asumir es educarlo. Los perros necesitan entender el complejo mundo que les rodea. Es nuestra responsabilidad educarlos para que aprendan a comportarse correctamente, que adquieran buenos hábitos y se integren adecuadamente en nuestra sociedad.

La regla de oro de la educación de un cachorro es premiar los buenos comportamientos y corregir los que queremos evitar.

Debemos ir todos los miembros de la familia a una para unificar criterios y adaptar sus límites a los que nosotros hayamos considerado: no subir al sofá o a la cama, no entrar en alguna habitación, etc.

  • Mordisqueo y autocontrol
Una de las cosas básicas que deberías enseñar a tu cachorro es a no morderte mientras juega.
 
Aunque el hecho de mordisquear es un comportamiento natural del perro, bien porque está cambiando los dientes, bien por ser una actitud normal de juego, no debemos permitir que lo haga con nosotros.

Existen muchas variedades de juguetes especiales para aliviarle las molestias dentales y que evitaran que mordisquee paredes o muebles.

Con una palabra corta y fuerte cada vez que intente mordernos lograremos disiparlo y evitar que siga haciéndolo. Si coge esa costumbre, cuando sea adulto también jugará mordiendo y los dientes de un adulto no son los de un cachorro.

  • Necesidades fuera de casa
Es bueno establecer una rutina de paseos con unos horarios fijos y sin periodos largos ente ellos. Cuanto más bebé sea nuestro cachorro, más frecuentes deberán ser los paseos. Debemos ignorar las necesidades que hace dentro de casa mientras reforzamos y premiamos las que haga en la calle.

Poco a poco va ir entendiéndolo hasta que lo consiga totalmente. Si aún no puede salir a la calle porque le faltan algunas vacunas enséñale a hacer sus necesidades en un lugar que hayas preparado para ello.

Prémialo cada vez que lo haga bien. Ten paciencia con este periodo, piensa que es un bebé y no lo sabe hacer mejor.

  • Quedarse solo en casa
Quedarse solo en casa es uno de los problemas de conducta más comunes en la edad adulta y que más limitaciones y más ansiedad provoca a los propietarios. También es la causa de muchos abandonos, ya que, debido a esta ansiedad, provocan muchos destrozos.  Por ello debemos acostumbrarlo desde el primer día a que nuestra ausencia sea algo habitual. Empezaremos saliendo y entrando de casa sin mostrar ninguna emoción tanto en la despedida como en la entrada. Cada día un ratito más empezando por sesiones de 5-10 minutos. De este modo él va a entender que salir y entrar es algo cotidiano y normal y no va a causarle ningún estrés.

  • Convivir con otros animales
Si en casa ya tenemos otro perro debemos procurar que su primer encuentro sea una buena experiencia.

Es recomendable que la primera toma de contacto sea fuera de casa para evitar conflictos territoriales. Aprovecha para que se conozcan durante un buen paseo por la montaña o por el parque. Si tu cachorro aún no puede tomar contacto con el suelo de la calle porque le faltan vacunas cójelo en brazos y deja que lo olisquee mientras paseáis.

Una vez en casa esconde los huesos, peluches y otros juguetes, para que no haya disputas entre ellos durante los  primeros días. Con el tiempo se acostumbraran a compartir sin problemas.
 
  • Socialización
La socialización durante la etapa de cachorro es fundamental para su bienestar ya que le prepara para aceptar y disfrutar los nuevos estímulos que va a ir encontrando a lo largo de su vida.  El periodo más sensible abarca desde las 3 semanas hasta los 4 meses de edad. Un cachorro bien socializado aceptará con normalidad a otros perros y personas durante su edad adulta.

Tan pronto como puedas haz que juegue con otras personas y, sobre todo, con otros perritos como él. Aprovecha los paseos para que juegue, explore y se socialice. Una buena socialización es indispensable para que tu cachorro se convierta en un perro simpático, alegre y feliz.
 
  • Cachorros y niños
Si existen niños en casa debemos supervisar y estar con ellos los primeros días. Los niños deben saber que un perro no es un juguete y que no deben molestarlo, pegarlo, o tener algún comportamiento brusco con él.

Debemos concienciar y responsabilizar a los niños para que una buena convivencia sea cosa de todos.